Hoy he mirado tus ojos,
en ellos vi la ternura;
salpicados de frescura…
también vi tus labios rojos.
Envidio al sol que te baña,
al aire que te circunda;
y al mar que a veces inunda
tu piel color de castaña.
Revolcándose en las olas,
entre el mar de la ilusión;
se ahoga mi corazón,
por estar contigo a solas.
Hermosos negros corales,
que forman tu cabellera,
son también la madriguera;
de caricias sin iguales,
medicina de mis males,
mi jardín de primavera.