Nada me importará si tu te marchas,
dejarán de dar las plantas flores;
se sentirán en el corazón escarchas,
y dejarán de vivir en el arcoíris los colores.
Nada me importará si tu me dejas,
me hundiré en un océano de tristeza;
encerrado me paso tras las rejas,
en la cárcel de tu amor, de tu belleza.
Nada me importará si me abandonas,
ni siquiera el aire que respiro;
pero, si acaso entonces me perdonas,
me devolverás la vida en un suspiro.