Su edad mitad que la mía,
sin ni una arruga en la frente;
con toda la vida enfrente
siendo noche y ella día.
Sin embargo nos amamos,
con esa gran diferencia;
habiendo plena conciencia
al corazón no engañamos.
El amor ha sido eterno,
y todos tienen acceso;
aunque por un solo beso
lo cambies por el infierno.
No soy joven, no soy viejo,
el corazón no envejece;
amor lo rejuvenece
aunque se arrugue el pellejo.
Cuánto durará, quien sabe,
por cuánto durará esa miel;
cuando el agua llegue al nivel
y el sino cierre su llave.